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Ein Deutsches Requiem | Johannes Brahms | 10./11.11.2007

Rheinische Post
Montag, 12. November 2007


Kurzkritik

Tolle Wirkungen: Brahms-Requiem

Zwei Glücksgriffe gelangen Kantor Wolfgang Abendroth bei seinem jüngsten Konzert in der Johanneskirche. Er wählte als Einstimmung auf das »Deutsche Requiem« von Johannes Brahms die wie kaum ein anderes Werk geeigneten »Sechs Monologe aus 'Jedermann'« von Frank Martin, und er hatte für diese selten zu hörende Komposition den Bariton Sebastian Klein verpflichtet. Dieser steuerte darüber hinaus seinen von ihm vorbereiteten Chor der Neanderkirche und die makellos und engagiert musizierende »Neander-Sinfonie« bei.

Sebastian Klein vermochte dank seiner wandlungsfähigen, aussagekräftigen Stimme und seiner eindringlichen Interpretation die inneren Kämpfe des reichen Prassers Jedermann und schließlich seine Ergebenheit in den Willen Gottes fesselnd darzustellen. Das Orchester begleitete aufmerksam und unterstrich mit tonmalerischer Vielfalt die Textinhalte.

Die weit über 100 Mitglieder zählende Chorgemeinschaft von Johannes- und Neanderkirche hatte Abendroth gemischt (also nicht nach Stimmen eingeteilt) auf dem hochragenden Podest aufgestellt. Das führte zwar in den homophonen Chören zu frappierenden Klangwirkungen, war aber nicht ohne Tücken bei der Polyphonie. Trotz optimaler Vorbereitung, die allenthalben spürbar war, und der präzisen Dirigierleistung störten namentlich bei den Fugenköpfen immer wieder winzige rhythmische Ungenauigkeiten, die sich offenbar bei einer solchen Anordnung nicht vermeiden lassen. Ansonsten ist nur Positives zu vermelden: Transparenz, Intonationsreinheit und ein Chorsopran ohne Höhenangst!

Neben Sebastian Klein, der in seinen Requiem-Soli ebenfalls überzeugte, war Heidrun Luchterhandt leider nur im fünften Teil beteiligt. Doch sie gestaltete ihr tröstliches »Ihr habt nun Traurigkeit« mit ihrem substanzreichen und warmen Sopran so strahlkräftig und dennoch so verinnerlicht, dass ihr – ebenso wie allen anderen Mitwirkenden – reicher Beifall sicher war.

HEIDE OEHMEN

Die Schöpfung | Joseph Haydn | 27.09.2007

EL MERCURIO (Chile)
Dienstag, 27. September 2007


Teatro Oriente:

Director y coro alemanes darán vida a »La Creación«

Wolfgang Abendroth, la Cantoría de Düsseldorf y la Orquesta de Cámara de Chile interpretarán el oratorio de Haydn.

El solo nombre de pila es para Wolfgang Abendroth un honor y un compromiso difícil de asumir. Pero sus 28 años ha sabido abrirse paso en el competitivo mundo musical de Alemania. Tanto, que en estos momentos tiene a su cargo la dirección artística de la Cantoría de San Juan, en Düsseldorf, lo que implica que, junto con interpretar el órgano, de dirigir el coro y las orquestas que actúan en esa iglesia luterana, la más importante de la ciudad.

El jueves, a las 19:30 horas, en el Teatro Oriente (Pedro de Valdivia 099), dirigá a la Orquesta de Cámara de Chile, al coro de la Cantoría de Düsseldorf (que llega mañana al país) y a los solistas Claudia Pereira (soprano), Iván Rodríguez (tenor) y Patricio Sabaté (bajo) en el oratorio »La Creación«, de Franz Joseph Haydn, en el penúltimo programa de la Temporada Internacional de Conciertos de la Fundación Beethoven.

Desde lo Alto

Formado en música de iglesia en el famoso Conservatorio de Colonia, el director explica que »cantoría« es un término alemán que nace a fines del siglo XVI: »Se trata de un coro aficionado grande (entre 40 y 100 integrantes), constituido en las iglesias luteranas más importantes. Dependiendo de las obras, se añade una orquesta o el acompanñamiento de un órgano, lo que corresponde a mis funciones, igual que los recitales de órgano solo«.

Con respecto a la obra, la joven Hanne Gleisner, corista y esposa de Abendroth, explica que »La Creación« es un enorme desafío para la orquesta, el director y las voces: »Es una obra cumbre de Haydn. Es muy descriptiva en cuanto a traspasar el contenido del texto a la música en un efecto casi visual«.

Estrenada en Viena en 1798 en un concierto de despedida (el compositor viviría nueve años más), su ex discípulo Beethoven pdió hacerse cargo de la parte del pianoforte, mientras que Antonio Salieri lo hizo con el cello continuo. Al llegar al impresionante pasaje »Hágase la luz«, el público se puso de pie y comenzó a aplaudir. El anciano Haydn alzó los brazos y pidió silencio, diciendo: »No fui yo, un Poder de lo Alto creó esto«.

Las adhesiones para el concierto pueden adquirirse llamando a los teléfonos 232-1360 y 250-5321.

VÍCTOR M. MANDUJANO